Presente, Estados Unidos.
Bueno, se me esta haciendo un lio con los que tienen que aparecer y eso. Por eso cambié: Chio va a tener otro personaje y este es de Sofi. Pero keep calm que ya me organicé un poco jaja
-¿Podremos hablar de ellos?
-Si, Sofi.
-¿Todavía tienes la torta que dejé en tu casa el otro día?
-Sí, Sofi.
-Esta bien, nos vemos en media hora- y con eso cortó la llamada.
Abandoné el periódico prometiéndome que llamaría a John más tarde para arreglar las cosas. Justo en ese momento no me sentía con ánimos para combatir un rumor, en especial si este era falso. Me mentí en el cuarto de baño y allí me maquillé, me puse los lentes de contacto, etc.
Abrí de par en par las puertas de mi gran armario y escogí de lo primero que encontré –un vestido con flores moradas y zapatos altos de cuero clarito- y bajé al segundo piso para esperar a Sofi. Llegué al comedor y me ocupé de poner la mesa. Amaba tener mi casa limpia y ordenada, era de las pocas cosas que me hacían sentir normal. Me dirigí al living y prendí la tele para esperar a mi amiga. Estaba por sentarme en el sillón cuando sentí que la cerradura giraba y un típico “Hoooola!” muy alegre se hacía escuchar. Oh, sí. Ella tenía llaves de casa.
-¡Randi, Randi, Randi!-la oí llamar desde el recibidor.
-¡En el living! ¡Y sabes que detesto cuando me llamas así! – Randi era una extraña deformación de Miranda. Me lo puso a los cinco años cuando…, bueno, es una larga historia.
Sofi entró en la habitación dando saltitos. Se sentó a mi lado y largó un suspiro de felicidad, abrasando fuertemente el periódico que traía en las manos.
-No puedo creer que en verdad Paul McCartney haya dicho eso de ti.
-Si... Tampoco yo...-le respondí mientras realizaba un zapping extra rápido- Espera.. ¡¿Qué dijo Paul de mí?!
-¡Oh por Dios! ¡Olvidé por completo que eres la única chica extraña en el planeta que no le gusta mirar televisión! –lo último lo dijo para pincharme. No me reí. La rubia me miró de reojo y resopló. Extendió las hojas que traía consigo y comenzó a buscar. Enseguida se detuvo en una página que hablaba sobre la fiesta de ayer. Había fotografías de varios famosos y algunas declaraciones de ellos. Una era de Paul.
“Increíble noche con la linda Miranda Kane, un placer haberla conocido.”
Sofi me miraba esperando mi reacción y me parece que la decepcioné.
-¿Es que no lo entiendes? LINDA, Miranda, te llamó LINDA – yo continuaba mirándola muda- L-I-N-D-A!
-¡Para ya! Sé lo que linda significa.
-¿Entonces por qué no estas corriendo gritando emocionada por toda la habitación?
-Es solo que no me parece demasiado wow. Sabes que todo el mundo me trata de esa forma, Paul solo quiere coquetear.
-¿Coquetear dices? ¡¿Coquetear?!
-Basta ya con las palabras repetidas-la interrumpí con una sonrisa, a veces pensaba que John y ella se llevarían la mar de bien.
-No lo entiendes. Paul no es un galán. –la miré enarcando una ceja- Me refiero a que no es mujeriego. De verdad debes de gustarle.
-No alucines, Sofia. Es hombre, joven y es lindo. Sin mencionar lo famoso que es, dalo por descontado que le gusta coquetear.
-Bien, lo admito. Pero estoy segura de que lo impactaste.
-¿Lo dudas?- le pregunté haciéndome la interesante, ambas estallamos en carcajadas.
-Oh, casi lo olvido. –dijo una vez que nos calmamos- George también habló sobre ti. Pero es mío, te lo voy aclarando.
-Déjame verlo-Sofi lo dudó un momento- ¡Vamos, por favor! Tengo más que claro que es tuyo. –al final me lo entregó medio dudosa.
“Voy a morirme, ¡Conocí a Miranda Kane! Eres genial! – Pd: creo que me enamoré de tu sillón”.
Largué una carcajada con ese comentario.
-Puede venir nuevamente, no creo que el sillón se vaya a ningún lado.
Levanté la cabeza y Sofi me miraba seria.
-¿Qué? Lo invitaré a venir para que te conozca. –en parte no era muy cierto, pero sería una idea espectacular.
Entonces una sonrisa de Feliz Cumpleaños se extendió por su rostro.
-Oh, bien. Hey, mejor vamos a comer antes de que se enfríe.
-Tienes razón.
Nos levantamos y nos dirigimos de vuelta al comedor. Busqué un poco de jugo en la nevera y lo llevé a la mesa mientras ella servía las porciones.
-Oye, -le comenté mientras comíamos- ¿Te apetece ir a una fiesta esta noche?- los ojos de mi amiga se prendieron con un brillo especial.
-Seguro, ¿De quién?
-Oh, mmm, de Marianne Johnson.
La muchacha se atragantó con el pedazo de pollo que estaba comiendo. Tomó un trago de su bebida y lo escupió todo como hacen en las películas.
-¡Qué asco Sofi!
-¿Me estas invitando a una fiesta de la fantástica actriz-barra-cantante-barra-modelo-barra-detodo, Mary Jonhson?
- Así es. No tengo ganas de ir sola.
-Estás loca, Randi, pero aún así te amo.
-También yo, y no me llames Randi.
AAAAAH GENIAL! Me hago cacaaaa(?) Oh por dios, qué desagradable x) Esto es tu culpaa! ah re, me ghusta me ghusta! :D Aclará que Sofi es porque me vuelvo a cagar encima!!(?) .___. ajkskjaskajaaja
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