domingo, 19 de febrero de 2012

Capítulo 14


Un año y medio en el futuro, Londres.

Este era el plan: esperaría hasta la noche. Si ella no llamaba, yo me encargaría del primer movimiento. 
Doble el cuadrado de papel y lo metí con cuidado en uno de los bolsillos delanteros de mi pantalón. Luego volví a la sala y a mi lugar entre los chicos. Se habían terminado todos los pastelitos, pero estaba demasiado contento como para enojarme.
Hablábamos de cosas sin mucho sentido o triviales –como de costumbre- cuando a John comenzó a sonarle el teléfono. Ya eran alrededor de las once y media. Se levantó del sillón y se dirigió a la cocina. Al ver que se tapaba la boca para contestar, nos dimos cuenta de que Chio estaba del otro lado de la línea. Comenzamos a vitorearlo y hacer comentarios que de seguro lo dejarían en ridículo, como si fuera la primera vez que ella llamara. Mi amigo cerró la puerta de la cocina con un portazo, supongo que para escuchar lo que su novia le decía. Nosotros (incluida mi hermana) continuamos riendo hasta calmarnos. Ese tipo de cosas hacían que John perdiera los nervios… pobre, lástima que era demasiado divertido como para dejar de hacerlo.
Me distraje mirando una de las fotografías de Olivia. Solía hacerlo de vez en cuando. Se trataba de la casa de campo que mis abuelos tenían a las afueras de la ciudad. Capturaba el momento del crepúsculo, donde los últimos rayos de sol se mezclaban con las primeras estrellas.  Sentí que alguien se movía a mi lado y volví a la realidad. George se había puesto de pie. La puerta de la cocina se abrió otra vez y John regresó a la habitación.
-¿Ya se van?-les preguntó a los chicos, Brian también se había levantado.
-Así es. Se nos está haciendo tarde- respondió el castaño, y en seguida una sonrisa radiante se pinto en su rostro.
-¿Para? –John parecía confundido- Chio ha dicho que nos invita  a casa de sus padres a comer.
-¡¿Tía Grace?! –Olivia parecía emocionada. No es de extrañar… esa mujer cocina manjares que parecen traídos del Edén.
-Lo siento, Johnny- Harrison intentaba parecer culpable o afligido, pero la verdad le era imposible quitar la sonrisa de su rostro- Mary viene de visita, le prometí que iría a recogerla por el aeropuerto.
Entonces de eso se trataba. Marianne Johnson. No sé por qué no lo había visto venir. George siempre tenía ese humor tan espléndido cuando se veían. Contra todo pronóstico, desde la fiesta el año anterior, estos dos habían conseguido mantener una especie de relación a larga distancia. Nadie entendía que una chica como ella; famosa, linda, atrevida, inteligente y de las mujeres más deseadas del planeta; había terminado con… George. No es que él sea mal partido, pero eran completamente diferentes de la cabeza a los pies. Es decir, ¡Mi amigo comía hasta en el baño! En fin… supongo que Cupido debe de andar como loco con sus flechas, e igualmente, los opuestos se atraen.
-¿Y tú, cerdo?-preguntó John, esta vez, a Brian.
-Yo lo acompaño a él. –Respondió rápido, el hombre.- Además me sentiría demasiado cómodo con todos ustedes en ese lugar. No se… como que no encajo.  
-Aw- mi hermana se paró y le dedicó una sonrisa al muchacho, no pude evitar ponerme tenso en el sillón, a pesar de la gran diferencia de edad, y el hecho de que él fuera nuestro manager.-Brian, siempre encajarás con nosotros.
-Está bien, Olvia, no pasa nada. –cambiamos miradas, nos entendimos en perfecto silencio, siempre era fácil ese tipo de conversación con Brian. Aunque sabía perfectamente por la risa de mi hermana, que solo lo hacía para molestarme –Me iré a cuidar a George de las fans. –luego sonrió, apartándose de mi hermana.
Los muchachos se pusieron en movimiento y tomaron las camperas, Brian se la puso y George la colocó sobre su hombro derecho, sosteniéndola con la misma mano.
-¡Saluden a mis chicas en mi nombre!- les recomendé antes de que cerraran la puerta, gritando. Las fans eran lo más importante en el mundo.
-Bueno…-empezó John- ¿Ustedes sí irán, cierto? –se le notaba la desesperación en la voz, aunque aparentaba estar tranquilo.
-Por supuesto que sí. –Respondió Olivia- ¿Verdad, Paul?
-Absolutamente. ¿Quién se perdería una comida de tía Grace? –Luego miré la cara de mi amigo, tenía una mueca de alivio- No entiendo que todavía te ponga nervioso ir a su casa. ¡Ellos te adoran!
Pausa. Veo una falla en el relato. Hay algo que me está faltando para que ustedes lo entiendan bien. ¡Oh, pero que tonto! ¡Nadie sabe quién es tía Grace o qué tiene que ver con la novia de John! Bueno, eso es fácil. La familia de Chio y la mía, son amigas desde hace generaciones. De hecho, nuestras abuelas trabajan juntas en la panadería que tenemos en casa. Su madre se llama Grace y, aunque biológicamente no tenemos nada que ver, le decimos tía, ya que era la mejor amiga de mamá. Chio y yo tenemos la misma edad, de pequeños éramos inseparables. Su nombre era María Luján, con respecto a su apodo, bueno... locuras de John, quién sabe. Probamos salir un par de veces, pero la situación era incómoda y no se nos daba nada bien. Después ella se mudó a Londres con su familia y perdimos un poco de contacto. Luego vino The Beatles. También yo me trasladé a la capital y decidí presentarle a John. Fue amor a primera vista, o por lo menos de parte de él, algo no tan inusual, ella tardó un poco más, pero no quiero extenderme demasiado. El caso es que a John sigue incomodándole cenar con la familia de Chio, y se relaja cuando somos invitados.
-Ustedes evitan que haga demasiado el ridículo, o que todas las preguntas y/o conversaciones se centren en mí. – Bueno, eso había que admitirlo, era algo frecuente que la atención se ponga en el invitado, y como Chio era única hija, siendo su novio, John debía de ser más que especial. Mi amigo rebosaba humildad, por lo que tendía a ponerse incómodo en esa situación.
Olivia se levantó, luego se colocó el gorro de lana y se enfundó unos guantes.
-Pongámonos en marcha, no es que la casa quede muy cerca.
-Llamaré a los del coche para que nos busquen-anuncié.
-No hace falta, vamos en mi auto-John sacó las llaves de donde estaban colgadas y señaló la ventana. –Ahora que los chicos se fueron en busca de Marianne Johnson, se han llevado a más de la mitad de los fotógrafos con ellos.
-No les digas así-protestó mi hermana, que ya había terminado de abrigarse- Yo soy una fotógrafa, ellos son personas sin vida privada que los acosan con el zoom.
El tono de la voz y el comentario, me hicieron recordar a una persona que hace mucho no veía: Miranda Kane. Sentí una punzada de dolor y cerré los ojos. Inspiré algunas veces para calmarme. Por esta clase de cosas necesitaba con desesperación conocer a Angie. Pareciera que quería usarla, pero debía quitar a Miranda de mi cabeza…  y no se me ocurría otra forma.<<Eres horrible, Paul>> Me dije con el pensamiento. Sin embargo ¿Qué más podía hacer?
Sacudí la cabeza para despejarme, me puse el abrigo y salí por la puerta. Comprobé el celular, nada, ni siquiera un mensaje.


Hola (?) Suban capítulos de sus fics porque hace mucho que no suben y me cago de aburrimiento. Para los que todavia no se dieron cuenta, no los quiero confundir, es un capítulo en lo que sería ''presente'' narrado por la protagonista y otro de un año y medio después narrado por Paul, y así se van alternando. Deebie si me pones en tu fic inventame el personaje que quieras, pero amo a Izzy Stradlin el guitarrista de los guns (aclaracion) jajajaj aunque brian jones o dhani no me vendrian nada mal (?) jajaja

2 comentarios:

  1. Ok lo tomo encuenta!!! Ya se exactamente qe vas a hacer solo qe no he podido subir :S sigue subiendo esta genial tu fix!

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  2. AMO TU FIC (: como siempre me pasa cuando una historia es buena; me he desvelado leyendola! :) hahaha enserio me encanta! siguela que es completamente genial ♥
    Suertee;~

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