jueves, 1 de marzo de 2012

Capítulo 20

Un año y medio en el futuro, Londres.

George nos tenía prohibido mirarla, o más bien a mí, dado que los otros tres estaban muy enamorados con sus respectivas novias, aunque últimamente no le importaba debido a que su mente se centraba en Marianne. Asi que mi rostro volvió directo a mis manos, e increíblemente, al poco rato,  me quedé dormido

Observaba el escenario. Las luces centellaban en todas direcciones, el mobiliario estaba en su puesto, el grito a coro de miles de fans llenaba mis oídos: “The Beatles, The Beatles...''
Salté varias veces en el lugar y me sacudí para quitarme los nervios, John se acercó a mí y comenzó a imitarme. En seguida se puso a realizar otros muchos saltos extraños que me obligaron a detenerme para reír. Luego Ringo se acercarcó riendo hasta nosotros. Nos abrazamos. George llegó corriendo hasta cerrar el círculo tomándome algo brusco por los hombros. Un olor a comida inundó  el pequeño espacio tras bambalinas.
-¿Continúas comiendo antes de cada presentación? –preguntó Ringo, divertido.
-Me sirve, no veo por qué dejar de hacerlo. –respondió el guitarrista.
Nos quedamos en silencio, pero no de esos incómodos. Para nada. Compartíamos muchas cosas, nos conocíamos a la perfección. El grito de ánimos continuaba estallando en mis oídos, y sentía la adrenalina correrme como la primera vez. Sonreímos, cómplices. Llevé mi mano al centro del círculo con intención de que los demás lo hagan también y lanzar un alentador grito ''The Beatles!''. John me miró pícaro.
-No seas cursi McCartney –Dijo divertido.

Había sido un maravilloso concierto. Lleno de emociones satisfactorias. Ahora estábamos en el camarín, descansando y bebiendo un poco de todo.
La puerta se abrió de pronto, dos muchachas lindas entraron en la habitación, tomadas del brazo.
-¡Gran show! –comentaron sonrientes.
-Ha sido un placer-dije al tiempo que me levantaba y le deba un beso en la mejilla a cada una. Primero a Sofi, luego a Chio.
John y Ringo se acercaron para recibir a sus respectivas novias. Yo decidí dejarlos y me dirigí al sillón, donde George y Brian jugaban a un extraño juego que si no me equivoco, ellos lo habían inventado. Me coloqué en el brazo del sofá y comencé a competir. Se trataba hacer estallar todo lo que pudieras.
Rápidamente me puse a la par. George y Brian gruñeron por lo bajo, completamente compenetrados. Yo me mordí los labios. Un poco más…
-¡JA! –grité cuando sus naves se hacían pedazos en la pantalla- soy el mejor jugador del mundo, acéptenlo.
-Estás loco-dijo George.
-Ni en  un millón de años-comentó Brian.
-Si… bueno, yo…-metió una mano en el bolsillo y extrajo su teléfono celular- ¡Oh, pero qué casualidad! Lizzie esta llamándome. – después se llevó el aparato a la oreja y comenzó a hablar, incluso cuando todos sabíamos que no había sonado.
El guitarrista era tan mal mentiroso como Johny o yo.
-Chicos… debo maquillarlos- pronunció Isa con urgencia, entrando en la habitación. –Tienen que salir a firmar autógrafos  y tomarse un par de fotos.  
-Tu encárgate de George mientras nosotros salimos a fingir buscar algo-dije en voz alta. Sentí que él se ponía algo nervioso.
Con esas palabras me dirigí a la puerta e hice que los cuatro tórtolos salieran de allí. Me dirigí a John y Cchio, que estaban tomados de las manos.
-Te la robo un momento-dije mirando a mi amigo y llevándome a su novia. Cuando estuvimos lo suficientemente lejos, hablé.
-Problemas. –declaré.
-¿De chicas? –preguntó ella. Me conocía demasiado bien. Asentí lentamente.
-¿Recuerdas cuando te dije que intentaba distraerme en el bar?
-Sí…
-Pues, conocí a una chica. –Una sonrisa iluminó su rostro.
-¿Y cuál es el problema, tigre?-dijo para molestarme.
-Creo que me odia. –ella se sorprendió, yo me encogí de hombros.  
-¡Eso no es posible! Nadie tiene un sentimiento así por otra persona que conoce de una noche. ¿Dijo o hizo  algo que te llevara a pensar así?
-Bueno… hoy me hice pasar por Ringo y dijo que desaprueba a los chicos que tocan en bandas…
-Espera. ¡¿Qué tú hiciste qué?! ¿En serio, Paul? ¿Por qué?
-¡Estaba nervioso!-dije en mi defensa. Adiviné que se estaba por largar a reír-no lo hagas.-Chio se tragó todo el aire que estaba conteniendo- mira, el punto es este, necesito tu ayuda.
Sus ojos marrones se clavaron en mí.
-¿Qué quieres que haga?
-¡Esa es la actitud!-la felicité- La chica de la que te hablo se llama Angie y, por lo que se, es amiga de Sofi. –Chio no me seguía- quiero que te hagas amiga de ella para que puedas presentármela.
-¡Estás loco! Eso es tener amigos por interés.
-¿Qué hice yo cuando me rogaste conocer a Lennon? –se quedó callada, odiaba perder las discusiones- ¿Te presenté o no a mi Johny?
-Sí…-aceptó a regañadientes. Luego soltó un suspiro. –De acuerdo, pero no te prometo nada.
-Con eso me conformo-acepté de mejor humor, luego la abracé.
-Demasiado amor por aquí… -dijo una voz. Nos separamos, era John, ¿Quién si no? –Vamos Paulie mío, tenemos que llegar a las fotos y las fans- agregó.
Nos separó a Chio y a mí y la metió bajo su brazo, depositó un beso en sus labios.
-¡Puagg! –me asqueé de broma. Ellos sonrieron.
Ciho pasó su brazo libre por mi cintura y nos fuimos los tres de vuelta al camarín. En el camino marchamos haciendo pasos muy raros mientras John y yo entonábamos una canción bastante molesta a los gritos.
Nos introdujimos al interior e Isa comenzó a maquillarnos. Ringo estaba sentado en un sofá al lado de Sofi, con una botella en la mano y ambos reían de  cualquier cosa.  George llegó unos minutos después acompañado de una bella chica. Los dos guardaban cierta similitud.
-¡Pero miren quién ha venido a vernos! –comentó él, feliz. –La próxima avisa que vendrás, así no me paso el concierto preocupado tratando de localizarte, Debbie.-le reprochó.
¡Debinder! La hermana pequeña de George que vivía en california. Me acerqué para saludarla y luego los demás me imitaron. 
-Bueno señoritas, -empezó Lennon con su tono de galán- nosotros terminamos unos asuntos y venimos a buscarlas para cenar. ¿Les parece? –todos nos mostramos muy de acuerdo con la propuesta- Paulie paga porque es el galán soltero del grupo. –a eso le siguió un estallido de carcajadas.
-Muy gracioso Lennon, -comenté por lo bajo- pero en vista de que jamás podrás ser más galán que yo, puedo permitirme pagarte una cena, ya sabes, para que no te sientas tan mal.
Los otros presentes rieron ante el intercambio de frases. Luego apareció un tipo con unos auriculares y un micrófono. Nos informó que ya era hora de salir. Los cuatro, seguidos por Brian, nos dirigimos a la puerta. Ringo, que estaba a mi lado, llamó mi atención.
-¿Ha sido de ayuda el número de Angie? –curioseó. –sabes, Sofi no para de pedirme que le cante la canción que escribí. ¿Te suena de algún lado, McCa? –¡Mierda!
-No, no veo por qué habría de hacerlo-dije, y me escabullí por la puerta. 

1 comentario:

  1. :O volvi a salir xD me gusta mucho tu fic, yo pq no puedo escribir asi :c jajaja ok no. Te aviso qe falta poco para qe salgas en la Mia :D SUBE pronto quiero mas!

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